APLIQUES PARA EL BAÑO

Cuando pensamos en la iluminación de nuestro hogar, a menudo el baño es el último lugar en el que invertimos más tiempo y dinero. Habitualmente, los espejos se quedan sin iluminación, y usualmente se usa un dispositivo de iluminación de techo para iluminar el lavabo, el espejo y la ducha. Y nos olvidamos de que, además de una luz general, el baño necesita luces muy específicas para cada una de sus partes. Esto lo conseguiremos con los apliques de pared para el baño.

Por ejemplo, junto al espejo, la iluminación debe ser práctica y funcional. Deberemos colocar un aplique de baño que proporcione una luz blanca, potente y que no produzca sombras. Un espejo mal iluminado nunca nos proporcionará un reflejo fiel, impidiendo un uso adecuado del mismo.

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LA ILUMINACIÓN EN EL BAÑO

En el cuarto de baño deben convivir dos tipos de iluminación. Por un lado, una luz cálida para los momentos en que deseamos relajarnos y pasar un rato placentero en este espacio. Y además otro tipo de iluminación para poder realizar tareas de higiene y cuidado personal de forma minuciosa viendo claramente lo que hacemos. En esta segunda iluminación es donde intervienen los apliques de baño.

Por estas razones, necesitamos en el cuarto de baño una luz general y otra de ambiente que apoye a la primera sólo cuando la necesitemos. En cuartos de baño de gran superficie, se puede añadir además una iluminación de tipo decorativo, que resalte las líneas arquitectónicas si estamos ante un baño moderno o que aporte interés a determinadas zonas en un baño opulento, creando un “efecto museo”…

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DÓNDE COLOCAR LOS APLIQUES DE BAÑO

En el cuarto de baño realizamos normalmente tareas que requieren mucha minuciosidad, por lo que es imprescindible que la iluminación sea acorde a esa necesidad de ver bien lo que hacemos: maquillaje, depilación o afeitado, pedicura, etc.

En el área de baño o ducha es conveniente instalar un pequeño aplique de baño si el cuarto es grande y sus techos son altos.

La zona del espejo es donde realizamos tareas que requieren precisión y exactitud. Por esa razón es importante que la luz no cree sombras. Una buena solución es colocar un aplique de baño de focos múltiples justo encima del espejo, o bien instalar un aplique que ofrezca buena luz a ambos lados del espejo. Hay que tener en cuenta que entonces la luz quede situada a la altura de los ojos.

 

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EL ÍNDICE DE PROTECCIÓN DE LOS APLIQUES DE BAÑO

El IP o Índice de Protección es un estándar internacional que define el grado de protección de un aplique, lámpara o cualquier equipamiento eléctrico frente al polvo (estanqueidad) y frente al agua (humedad). Según el IP del aplique estará preparado para instalar o colocar en un espacio del baño de acuerdo con el grado de humedad o distancia de las salidas de agua.

Teniendo en cuenta la normativa de IP deberemos escoger el aplique de acuerdo con la zona del baño donde lo vayamos a instalar. El baño se divide en diferentes zonas de protección y cada una de ellas requiere un IP:

Zona 0: Área interior de la ducha o bañera. Esta zona es la más húmeda por lo que tendremos que instalar focos de grado IPX7 como mínimo para que estén totalmente protegidos del agua.

Zona 1: Comprende el espacio del área de ducha o bañera desde el suelo, hasta una altura de 225cm. Para esta zona debemos escoger un IPX4

Zona 2: Abarca desde la bañera hasta 60cm alrededor. Con un IPX4 conseguimos la protección adecuada para este espacio.

Zona 3: La que está más alejada de 60 cm de la bañera y/o más alta de 225 cm. En esta zona es suficiente con un IPX1. Es el área de menor riesgo.

Soñadora e idealista pero con los pies en el suelo y con una visión muy clara de la realidad. Quizás sea toda una paradoja en sí misma que traduce en una insana curiosidad por todo lo que la rodea.