BAJAR O SUBIR LA PRESIÓN DE LA CALDERA

Hoy contamos con los consejos de un experto en instalación de calderas para hablarnos sobre la cuestión de las bajadas y subidas de presión.

Uno de los problemas más habituales que nos podemos encontrar con nuestra caldera son los súbitos cambios de presión. Se trata de un problema bastante importante que puede producir graves consecuencias y que se debe solventar rápidamente. Por eso es importante contar con el consejo de un experto como Barnacalderas, profesionales en la instalación de calderas.

En el mejor de los casos, una bajada de la presión de la caldera producirá que nos quedemos sin calefacción y sin agua caliente en nuestro hogar. Cuando menos, notaremos problemas en algunos de los radiadores. En cambio, en el peor de los casos, subidas importantes de la presión pueden ser peligrosas.

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POR QUÉ CAMBIA LA PRESIÓN DE LA CALDERA

Es la situación más habitual. Han pasado los largos meses de buen tiempo en los que la caldera ha estado sin funcionar y ha llegado el frío del invierno. Toca ponerla en marcha. Y nos encontramos con la desagradable y repentina sorpresa de que, cuando la encendemos, se produce una bajada de presión.

Nos podemos encontrar que quizás llegue algo de calor a los radiadores. O quizás únicamente se calientan parcialmente. En el peor de los casos puede ser que algunos de ellos no calienten o incluso nos podemos encontrar que acabemos por quedarnos sin calefacción. Y eso sí que es un problema grave.

Y nos quedamos como bobos sin entender cómo es que, de repente, sin haber hecho nada, la presión de la caldera ha bajado.

Nuestros amigos expertos en instalación de calderas nos los explican claramente. Y la respuesta es muy sencilla. El problema es que con la bajada de temperaturas y al estar la caldera fría, el aire de su interior también está más frío. El aire frío es más denso y, por lo tanto ocupa menos volumen. Y ese volumen que deja el aire lo debe rellenar el agua, disminuyendo la presión de la caldera.

Pero tranquilo, que según nuestros expertos en instalación de calderas tiene una sencilla solución.

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SOLUCIONANDO EL PROBLEMA DE LA PRESIÓN

La solución de este problema empieza por una maniobra muy simple que deberíamos hacer cada año antes de poner en marcha la calefacción: la purga de los radiadores.

Efectivamente, cada invierno, antes de encender la calefacción deberíamos hacer una purga de radiadores para equilibrar la presión. Si tienes purgadores automáticos, simplemente ponlos en marcha. Si no, sólo debes seguir estos pasos:

  • Primero debes tener en cuenta que se tienen que purgar con la caldera apagada y tras al menos dos horas de estar parada.
  • Necesitarás un destornillador de punta plana y un recipiente para recoger el agua que saldrá.
  • Coloca el destornillador en la hendidura del centro del purgador y gíralo despacio en sentido de las agujas del reloj. Notarás en un leve silbido que indica que sale el aire acumulado en tu radiador. En cuanto veas que empiezan a salir gotitas de agua, cierra la válvula. ¡Y ya está!

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Soñadora e idealista pero con los pies en el suelo y con una visión muy clara de la realidad. Quizás sea toda una paradoja en sí misma que traduce en una insana curiosidad por todo lo que la rodea.