CALDERAS DE CONDENSACIÓN: VENTAJAS

Marcas como Calderas Junkers, Saunier Duval, Ferroli, Vaillant, etc. entre su catálogo, todas ofrecen algún tipo de caldera de condensación. Hoy por hoy, son una de las mejores alternativas para obtener calefacción y/o agua caliente sanitaria con la máxima eficiencia, obteniendo un gran ahorro energético con respecto a las calderas convencionales.

Sus dos máximas ventajas (que luego veremos con más detalles) son su máximo rendimiento al aprovechar la energía contenida en los gases de la combustión y el ahorro en su factura del gas. Sin lugar a dudas, unas de las más eficientes son las calderas Junkers, con un rendimiento del 109% y un ahorro del 30% en su factura.

 

LA CONDENSACIÓN COMO PROCESO

A diferencia de las calderas convencionales que permiten que los gases de evacuación puedan salir libremente a la atmósfera cargados de calor y emisiones contaminantes, las calderas de condensación utilizan este calor para su aprovechamiento, transmitiéndolo al circuito de agua caliente sanitaria o calefacción.

En los gases procedentes de cualquier combustión existe una proporción de vapor de agua que contiene energía. Esta energía, que en una caldera clásica se pierde por la chimenea, es recuperada en las calderas de condensación convirtiendo este vapor de agua, en energía adicional.

La condensación no sólo aumenta significativamente la eficiencia de la caldera, sino que reduce las emisiones de gases contaminantes a niveles insignificantes.

VENTAJAS DE LAS CALDERAS DE CONDENSACIÓN

• Rendimientos de hasta el 109% respecto del Poder Calorífico Inferior del Combustible
• Ahorro en la factura del gas. Con las calderas de condensación puedes conseguir un ahorro energético de entre un 15% y un 30% en la factura del gas. Como comentábamos antes, en el caso de las calderas Junkers, éste es del 30%.
• Mayor eficiencia energética, ya que el tipo de tecnología que utilizan las hace aprovechar todo el poder calorífico del combustible utilizado (el P.C.S), mientras que las de no condensación únicamente utilizan parte de este poder calorífico (el P.C.I), con lo que aprovechan también como ya decíamos el calor latente de combustión (no solo el calor sensible).
• Regulan la temperatura en función de la demanda energética.
• Menos emisiones de CO2 y NO. Estas emisiones se reducen de forma muy importante por su mejor sistema de combustión, su mayor rendimiento y su menor consumo de combustible.
• Se pueden utilizar con sistemas de baja temperatura, y sistemas convencionales de radiadores.
• Muy bajas temperaturas de evacuación de humos.
• Rápida amortización. La reducción mensual de los consumos de gas, permiten una amortización más rápida de la instalación. A ello se suman las ayudas y bonificaciones que ponen en marcha las comunidades autónomas.
• Son muy silenciosas. Porque el ventilador que inyecta la mezcla de aire-gas, es modulante, traducido a algo más comprensible, el ventilador, se adapta a la cantidad de combustible que quemamos.
• Son capaces de trabajar durante más tiempo, porque el rango de modulación es mayor, es decir, la potencia mínima, es muy baja y eso hace que estén funcionando sin paradas, obteniendo un ahorro muy importante.
• Disponen de un intercambiador de calor especialmente diseñado para generar un mayor rendimiento y menores partículas contaminantes a la atmósfera.
• Tienen un mantenimiento sencillo, rápido y muy efectivo.

Resumiendo, la mejor caldera desde el punto de vista de eficiencia energética, es sin lugar a dudas, la caldera de condensación, si quieres tener más información sobre las mejores marcas de este tipo de calderas te recomendamos la web de Barnacalderas donde podrás elegir la que mejor se adapte a tus requerimientos.