Decora con lámparas colgantes
Una lámpara colgante o suspendida es toda aquella que “cuelga” del techo. El punto de luz se sitúa en la zona superior y de ella pende un cable que sujeta la luminaria
Entre los artefactos de iluminación, las lámparas son las de mayor variedad estética. Entre todos ellos, los que permiten la mayor combinación de elegancia y funcionalidad son las lámparas colgantes.
Como su nombre indica, las lámparas colgantes cuentan con un alambre del cual penden el foco y la pantalla para alumbrar, así, con mayor fuerza los ambientes que se encuentran a varios centímetros bajo el techo.
En Interiorismos solemos hablar muy a menudo de la importancia de la luz en la decoración y, a pesar de que damos mucha importancia a la iluminación natural, las lámparas son imprescindibles en cualquier hogar.
Este tipo de lámparas ha sido una de las favoritas en la decoración desde hace décadas, ya que además de tener un gran potencial decorativo, son ideales en espacios donde se requiere luz de trabajo. Sin embargo, el estilo y la forma de la lámpara colgante dependerán del uso que vayas a darle y a la habitación de la casa donde la vas a colocar. Aquí te daremos unas cuantas pautas.
Dónde colocar la lámpara
Lo más adecuado es ubicarlas sobre la mesa de comedor, en el office de la cocina (ya sea en forma de barra o mesita) y, en ocasiones, en pasillos de techos altos, sobre la cama del dormitorio y en la zona de estar del salón. No obstante, en este último caso, recomendamos no utilizarla si la mesa de comedor se encuentra cerca, ya que lo ideal es encontrar una sola lámpara colgante por estancia que pueda llevarse el foco de todas las miradas.
Originalidad
Aunque, como tipología, las lámparas colgantes son las más corrientes, esto no significa que tengan que ser poco originales. Las lámparas colgantes pueden ser muy vistosas, por ejemplo las de tamaño XL, las lámparas suspendidas de la mesilla de noche (sustituyendo a las de mesa), las lámparas jaula, las procedentes de botellas recicladas o las que mezclan múltiples colores. Sin contar con los espectaculares diseños y materiales de hoy en día, como las de bronce o la que incorporan el dorado, como las lámparas de Tom Dixon.
Además, son tendencia desde hace ya unos años la colocación de múltiples lámparas colgantes del mismo o distintos tamaños y modelos, las bombillas vistas cogidas de cables negros o de colores, o el retorno a las lámparas de araña tanto clásicas como modernas.
El tamaño sí importa
Uno de los primeros aspectos que hay que tener en cuenta es que nunca debe haber más de una lámpara colgante por estancia y que no son convenientes para las zonas de paso, a no ser que se trate de una casa enorme. En cuanto al tamaño, las lámparas colgantes grandes son ideales para una entrada, mientras que las lámparas colgantes pequeñas son perfectas para lugares de trabajo.
Materiales
Otro aspecto importante es el material escogido para la lámpara. Los más habituales son el vidrio, que es un excelente difusor; la tela, ideal para los espacios libre de grasa como el comedor o la sala; el metal, que ayuda a reflejar mejor la luz, y el plástico.
Vigila la altura
Si optas por decorar con lámparas colgantes, no las cuelgues muy arriba. Es un defecto típico que se ve muy a menudo y no suelen quedar bien. ¡No tengas miedo a bajar el cable! Si van sobre una mesa de comedor, puedes contar entre 150 y 160 cm desde el suelo y tomar esa referencia como nivel inferior de la lámpara. Si pones varias en una esquina libre, deja que cuelguen a varios tamaños y deja la más bajita por debajo de la línea de los ojos.
Dos lámparas simétricas deben colocarse al mismo nivel
Cuando colocas varias lámparas en una hilera, queda muy bien colocarlas a distintas alturas. Pero cuando sólo van dos, lo suyo es que vayan al mismo nivel. Evita la tentación de colocar una un poquito más baja que otra para “dinamizar”. No queda bien.
Evita que se vean las bombillas
Salvo que la bombilla sea decorativa por sí misma (ej. bombillas de bola en mate, bombillas de filamento curioso, etc.) evita que se vean colocando una pantalla en la zona inferior de la lámpara. No hay nada más antiestético que una lámpara colgante en la que se ven por debajo las bombillas de bajo consumo.
Cuidado con los techos bajos
Las lámparas colgantes tienden a quedar mejor en techos altos. Por eso, si tus techos son muy bajos, deberías evitar utilizarlas (salvo quizás en la mesa de comedor o sobre la barra de comer en la cocina). En el resto de zonas, opta por candilejas, luminarias empotradas, plafones o escenas de luz basadas en una combinación de apliques, lámparas de pie y lámparas de sobremesa.
En cualquier estancia
Las lámparas colgantes se suelen ubicar principalmente en áreas comunes como la sala, el comedor y la cocina. Pero quedarán también geniales en rincones de lectura, costura o despacho, encima de la cama del dormitorio o sobre una bañera exenta en el baño.
Bien, esperamos que estos consejos te hayan sido útiles.
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